Este proceso ocurre en un momento en que otras empresas, como Johnson & Johnson, también buscan utilizar la bancarrota como estrategia para manejar litigios relacionados con productos que podrían ser perjudiciales para la salud. Avon enfrenta más de 100 demandas por este tema.
La conocida marca de belleza Avon solicitó protección bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, como una medida para gestionar una deuda que supera los u$s1.000 millones, acumulada a raíz de demandas relacionadas con productos a base de sustancias cancerígenas. La solicitud, formalizada el 12 de agosto de 2024, revela la dificultad de la empresa para enfrentar las 386 demandas en su contra, según informó el diario británico The Guardian.
Este movimiento sigue el ejemplo de otras grandes corporaciones como Johnson & Johnson, que también consideró la bancarrota como una estrategia para manejar reclamaciones legales vinculadas al talco. Johnson & Johnson ha estado explorando soluciones similares para consolidar y resolver un gran volumen de demandas a través de acuerdos centralizados.
Fuente: A.F.