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DNU EN EL SENADO…CHAU…AHORA RUPTURA ENTRE EL DERROTADO MILEI Y LA VILLARRUEL

En la Casa Rosada hicieron todo lo posible para cambiar la decisión de la vicepresidenta de sesionar. El rechazo al mega decreto tendrá consecuencias en la marcha de la economía y en la relación del presidente y Villarruel.

Cerca de las 11:05, casi unos minutos antes de que comience la sesión en el Senado donde se trató el mega DNU de desregulación de la economía, ayer el Gobierno intentó frenar la estrategia de Victoria Villarruel para postergar el debate o dar marcha atrás. Pero la decisión ya estaba tomada y marcó una ruptura inevitable entre Javier Milei y la vicepresidenta, a la vez que puso en jaque los planes de la Casa Rosada en pleno.

El rechazo al DNU de parte del Senado es mucho más que eso: representa para el gobierno «un retroceso» en los planes económicos de Milei, implicará un problema a futuro en Diputados, complicaciones en las negociaciones con los gobernadores por el Pacto de Mayo y ante todo el dilema institucional por un vínculo roto entre el Presidente y su vice.

El gobierno emitió un comunicado en el que puso en dudas la convocatoria al Pacto de Mayo en Córdoba y advirtió: «ha llegado el momento en que la clase política decida de qué lado de la historia quiere estar». 

Como contracara de esa posición beligerante la vicepresidenta lanzó un tuit donde dijo que «sin institucionalidad no hay gobierno», en abierto desafío. Aunque también Villarruel tendió un puente: «no me voy a convertir en Cristina Kirchner», dijo en relación a los dardos que la ex vicepresidenta le tiraba permanentemente a Alberto Fernández.

Mientras Milei seguía por el debate del Senado por TV desde su despacho de la Casa Rosada y luego en Olivos, desde temprano hubo llamados de la Casa Rosada a varios gobernadores para encomendar a los senadores del PJ y la UCR no ir al recinto para el tratamiento del mega decreto. Todo fue en vano. 

Presión de la Casa Rosada

A la vez, El Cronista pudo saber de fuentes parlamentarias que el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, también se comunicaron con Villarruel para hacerle entender de la «gravedad política» de un rechazo del DNU. 

En esas conversaciones los funcionarios de Milei le habrían reiterado buena parte del comunicado del día anterior de la Casa Rosada que acusaba al Senado de avanzar con «medidas unilaterales e inconsultas» que implican «grave retroceso» al plan presidencial para agilizar la economía. Tampoco hubo respuesta favorable de parte de Villarruel ante los reclamos.

Más tarde Francos deslizó una frase que dio a entender la derrota anticipada de la Casa Rosada: Villarruel «podría haber evitado» el tratamiento del DNU, dijo.

En la habitual conferencia de prensa el portavoz Manuel Adorni abonó esa teoría: «Quedará en la conciencia de cada senador votar a favor o en contra de otorgarle más libertad a los argentinos o cargar con la responsabilidad de ser los primeros representantes del Senado en votar en contra de un DNU en toda la historia», sostuvo a modo de amenaza para los díscolos.

A la vez, Adorni buscó restarle importancia y minimizar la pelea de fondo entre el Presidente y su vice. Reiteró que «no hay ningún problema» en la relación entre Milei y Villarruel por la inclusión en el temario de la sesión del Senado del decreto 70/2023.

Réplica y negociación de la vice

Allegados a Villarruel aseguraron a este medio que la vicepresidenta no tenía margen para no llamar a sesión. «Es un tema de orden institucional», replicaron. Desde diciembre pasado la oposición reclamaba el debate por el DNU y presionaban por ello.

Además, en las últimas semanas hubo fuertes presiones del Poder Ejecutivo para tratar en el recinto el pliego de designación de embajadores políticos y una reforma a la ley de lavado. Sin convocatoria a una sesión era imposible tratar esos temas. 

Por otra parte, hubo una suerte de negociación intermedia entre Villarruel y los funcionarios del Gobierno. La vicepresidenta planteó la posibilidad de poner a votación en el recinto la postergación del debate por el DNU. Así se hizo y el oficialismo perdió esa apuesta.

Para la vicepresidenta la situación en adelante es «un terreno inexplorado». No cree que sea el final de todo y confía en el margen de votos que pueda existir ahora en Diputados.

Pelea Milei-Villarruel

Lo concreto es que los llamados a Villarruel para frenar la sesión, el comunicado de la Casa Rosada y los gestos de claro malestar del gobierno con la vicepresidenta reflejan una relación completamente rota entre Milei y su vice, con un diálogo con ruidos desde hace meses. Ni siquiera intercambian mensajes por WhatsApp a diario.

Este vínculo desgastado viene desde hace tiempo. Ya en la campaña mostraron diferencias visibles en temas sensibles, la vicepresidenta no logró poner ni un pie en los Ministerios de Seguridad y Defensa que pretendía, Milei nunca le consultó por el acuerdo electoral con Patricia Bullrich y los últimos chispazos por el incremento de haberes de los senadores fueron las gotas que rebalsaron un vaso que ya estaba lleno.

Como muestras de este malestar, Milei se aferró ayer a su cuenta X para retuitear a funcionarios que objetaban el rechazo al DNU. Retuiteo un post del vocero Javier Lanari, quien había puesto una foto con los senadores que rechazaron el DNU. Quienes conocen al Presidente dicen que es su forma de «descargar tensiones». 

La sesión de ayer marcó un antes y un después entre Milei y su vice. Una relación que ya no tiene retorno.

Ley ómnibus y otras reformas

En el Gobierno evalúan que más allá de ese vínculo personal desgastado entre Milei y Villarruel, el rechazo al DNU implicará un duro golpe a la estrategia oficial de avanzar con la desregulación de la economía que propone ese decreto. La derrota oficialista se suma al revés que ya sufrió el gobierno por ese mismo DNU en los tribunales ante los pedidos de amparo que hizo la CGT por la reforma laboral.

A su vez, en la Casa Rosada deslizan que la jugada de Villarruel puso en cuestionamiento las negociaciones del Poder Ejecutivo con los gobernadores tendientes a avanzar con la ley ómnibus remixada o el Pacto de Mayo.

Está claro que si la Cámara de Diputados no rechaza como en el Senado el DNU continúa la vigencia del mismo. Pero bajo esa misma lógica en el gobierno creen que con la presión del Senado ahora la oposición de la Cámara baja tendrá una moneda más de cambio para imponer en las negociaciones cambios a la ley ómnibus. Y a Milei no le gusta gobernar bajo los efectos de monedas de cambio.

Fuente: El Cronista

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