
Mientras el 50% de la población apenas accede al 4% del patrimonio, una minoría acumula cifras millonarias. El 1% más rico ya controla una cuarta parte de toda la riqueza generada.
Argentina se transformó en un país más desigual: mientras el 50% de la población apenas accede al 4% del patrimonio, una minoría acumula cifras millonarias. El 1% más rico ya controla una cuarta parte de toda la riqueza generada. Así, las posibilidades de mejorar el patrimonio a lo largo del tiempo parecen restringidas, cada vez más, a un reducido grupo de la sociedad mientras las políticas económicas actuales refuerzan un modelo económica y socialmente excluyente. De hecho, el 10% de los más ricos acaparan casi el 60% de la riqueza del país (superan cómodamente los 127 millones de pesos en patrimonio).
“Es tan grande la grieta económica entre ‘la gran mayoría que tiene poquísimo’ y ‘una minoría que tiene muchísimo’ que deberíamos hablar formalmente de polarización económica”, señalaron desde el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) desde donde presentaron un informe que revela la creciente desigualdad patrimonial. Según indicaron, los números reflejan que la mayor parte de la población (83%) tiene un patrimonio inferior a 24 millones de pesos (esto incluyendo vivienda, vehículos, inversiones y otros activos).
Mientras se agudizan las desigualdades, por su parte, el 90% de la población argentina está endeudada y casi tres de cada cuatro deudas activas se originó en 2024, primer año de gestión de la Libertad Avanza. Preocupa, en ese sentido, la dependencia del crédito para sostener consumos básicos, a la vez que se dispara el embargo de sueldos y el bloqueo de cuentas bancarias por deudas impagas.
Un informe que analizó cómo se reparte la riqueza patrimonial en Argentina arrojó resultados que preocupan al evidenciar que la desigualdad económica alcanzó a niveles alarmantes. En concreto: el 50% de la población (la mitad del total) vive con apenas el 4% del patrimonio total del país mientras, en el otro extremo, el 1% concentra el 25% de la riqueza existente.
Además, si se pone la lupa en el 10% más rico, se observa que ese fragmento se queda con más de la mitad (59%) del total de la riqueza generada en nuestro país. De esa manera, el reparto es cada vez más desigual, y la brecha social se ensancha.

De esta manera, se evidencia la cada vez más regresiva distribución del patrimonio nacional, según la investigación que realizó el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) en base a datos internacionales sobre riqueza entre los países del mundo (World Inequality Database). Dentro del patrimonio se considera a todo tipo de propiedades (viviendas, campos, inmuebles comerciales) así como vehículos, dinero en cuentas y activos financieros, entre los principales.
En relación, los números reflejan que a la par que el 83% de la población tiene un patrimonio inferior a 24 millones de pesos, el 1% más rico supera los 127 millones de pesos. En otras palabras, la concentración sin límites no impacta solamente en quienes tienen los menores niveles de ingresos y sufren mayores vulnerabilidades sufren sino que afecta a más de la mitad de la población. Así, las frecuentes crisis económicas y la mayor inestabilidad financiera no afectan a todos por igual y, aún más, hay quienes resultan ganadores. “Cuando un país padece una desigualdad extrema, la literatura académica especializada aconseja el uso del concepto de polarización para identificar con más precisión la verdadera heterogeneidad económica que vive la ciudadanía”, plantearon los investigadores y aseguraron que Argentina atraviesa una creciente «polarización económica«.
Fuente: El Destape







