Argentina logró este martes un triunfo histórico en el Maracaná. Es la primera vez en unas Eliminatorias mundialistas, que Brasil perdía como local. La jornada y el logro de tal hazaña en la que los campeones del mundo se impusieron 1-0 tiene nombre y apellido: Nicolás Otamendi quién marcó el gol del triunfo con un cabezazo magistral que dejó sin chances al arquero boricua, quién fué testigo privilegiado al ver como la pelota ingresaba a su portería.
Lamentablemente este encuentro muy esperado por el mundo del futbol tuvo condimentos que no estaban previsto. Ya que el encuentro estuvo demorado durante 27 minutos por la represión policial a los hinchas argentinos. Al ver esta situación en las tribunas jugadores albicelestes fueron a proteger a la gente y se fueron al vestuario con la idea de suspender el juego si no frenaban las agresiones.
Por ello el triunfo de la selección Argentina tuvo doble mérito, por que se desarrolló en un clima hostil de principio a fin, en el juego y en las tribunas. Y por que la Selección se impuso con categoría de campeón ante un conjunto Verdeamarela que sufrió su primera derrota como local en las Eliminatorias.
El partido comenzó 30 minutos más tarde de lo previsto y en medio de un clima de tensión dentro y fuera del campo. Brasil, tomó la iniciativa con marcación friccionada pero sin generar demasiado peligro. Apenas un tiro libre ejecutado por Raphinha, que se fue cerca, y un remate de Gabriel Martinelli, que detuvo Cristian Romero en la línea, fueron las mas claras de Brasil.
La Selección Argentina salió en el segundo tiempo con otra postura aunque necesitó del mejor arquero del mundo para sostener el cero: una escapada de Gabriel Jesús a los 57′ le dejó servido el gol a Martinelli, pero una espléndida reacción de Dibu Martínez evitó el tanto de Brasil.
A partir de ahí, Argentina tuvo su mejor pasaje en el encuentro y lo capitalizó al máximo: un córner ejecutado por Giovani Lo Celso a los 63′ encontró la cabeza de Nicolás Otamendi, que saltó más que Gabriel y André y colocó la pelota en el ángulo para poner el 1-0.
Argentina a partir del gol comenzó a manejar el partido, a pesar de la salida de Lionel Messi por un dolor en el aductor derecho, el funcionamiento del equipo no varió, y aguantó uno que otro ataque de un conjunto brasileño. El once de Brasil desorientado y nervioso en mas de una oportunidad apeló a las patadas e infracciones violentas, razones estas que motivaron a que Joelinton saliera de la cancha viendo la roja dejando a su equipo con diez hombres, mientras que de manera masiva el público carioca dejaba el coloso Maracaná frustrado por el juego y derrota de sus selección.