En redes sociales, se viralizó el momento en que el Presidente argentino entregó el «obsequio» para que su par estadounidense se lo regale.
Hace casi una semana, frente a las cámaras, la imagen del presidente Javier Milei junto a su par estadounidense Donald Trump en Nueva York recorrió medios y redes en cuestión de horas. A pesar de que el encuentro duró apenas veinte minutos para intercambiar ideas sobre el escenario económico y la política exterior, el republicano le obsequió la copia de un mensaje suyo en Truth Social, donde lo elogia abiertamente y le brinda respaldo político.
Hace unos días se viralizó una grabación de segundos antes de comenzar el encuentro entre los dos mandatarios, en la que se observa al argentino llevarle el “supuesto regalo” para que luego, comenzada la reunión, pueda darse a entender que fue un obsequio por parte de la Casa Blanca. Las imágenes de este hecho deja en off side al presidente libertario en sus intenciones de dar un mensaje tranquilizador sobre el tipo de vínculo que mantiene con el jefe de Estado norteamericano.
La derrota bonaerense del 7 de septiembre y las expectativas de un declive del ciclo político del gobierno nacional terminó en la pérdida de reservas que amenazaba con vaciar lo poco que quedaba. La dinámica económica agravada no pudo ser subsanada por del FMI, así que se evaluó que el mismo Tesoro de los Estados Unidos sea el prestamista de última instancia a cambio de ciertas condiciones.
La necesidad inmediata de liquidez y respaldo político para sostener el plan económico, ante una reciente ola de tensión financiera y un retroceso electoral, alarmó a los mercados. La misión oficial tuvo como objetivo central negociar con el secretario del Tesoro norteamericano los mecanismos concretos que estabilicen al peso y a los activos argentinos mientras el Estado avanza con su agenda de reformas.
En términos técnicos y precisos, la solicitud tuvo estos ejes principales: una línea swap de divisas (informes señalan negociaciones en torno a una línea por unos US$20.000 millones) que permitiría al Banco Central tener dólares para evitar una depreciación desordenada; compra de deuda argentina en mercados secundarios por parte de organismos del Tesoro o con respaldo estadounidense, lo que inyectaría demanda y elevaría precios de los bonos; y el uso instrumentos como el Exchange Stabilization Fund o facilidades temporales para ofrecer un “backstop” de liquidez mientras se normaliza la situación. Estas medidas fueron anunciadas o descritas por funcionarios y analistas en las fuentes que cubrieron la gira.

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, declaró que Estados Unidos “haría lo necesario” para apoyar a Argentina y evitó cerrar la puerta a intervenciones temporales para contener la volatilidad del mercado, lo que fue interpretado como un espaldarazo técnico y político que buscaba detener la corrida sobre el peso. Esa declaración funcionó inmediatamente como un ancla para los mercados argentinos.
En los días previos al viaje, una combinación de factores presionó fuertemente al tipo de cambio y al precio de los activos argentinos. La administración Milei buscó en Washington no solo dólares concretos, sino una señal de que hay respaldo institucional internacional que reduzca la prima de riesgo y permita que las reformas económicas sigan su curso sin un colapso financiero inmediato.

Pero los mecanismos que ofrece el Tesoro suelen ser temporales y, según análisis publicados, el apoyo estadounidense podría estar supeditado a ciertas exigencias políticas o técnicas —por ejemplo, reducir la dependencia de swaps con China o coordinar estrechamente con el Fondo Monetario Internacional— para que el rescate funcione como puente y no como solución permanente. Varios medios advierten además que la intervención de Washington tiene un componente político: ayudar a preservar un programa económico que, desde la óptica de EE. UU., favorece la estabilidad regional y protege inversiones.
Milei buscó del Tesoro fue una combinación de liquidez temporal, compras de activos para restaurar precios y, sobre todo, un aval público que calme a inversores y depositantes. El gesto de respaldo político con la foto junto con al “supuesto regalo presidencial”, en el que menciona los elogios del líder estadounidense a su par argentino, no deja bien parado al gobierno libertario, ya que el “Todo Marcha de Acuerdo al Plan” no parece que esté funcionando.
Fuente: Revista Noticias