Lo hizo en una serie de protocolos que tiene la fuerza que entregó a la Justicia a pedido de la jueza federal María Servini, que investiga las responsabilidades de la represión del 12 de marzo en la que el fotógrafo fue herido de gravedad en la cabeza. También entregaron un protocolo de actuación en manifestaciones que contiene un glosario con fuerte contenido estigmatizante con las personas que se manifiestan.
A pedido de la jueza federal María Servini, la Gendarmería Nacional hizo entrega de una serie de documentos y protocolos que debe implementar en las manifestaciones. “Jamás se debe dirigir el arma hacia una persona, ya que en caso de impacto podría producir lesiones graves e incluso la muerte”, dice el documento al que tuvo acceso El Destape sobre el arma con el que fue disparada la granada de gas lacrimógeno que impactó en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, que le produjo rotura de cráneo y lo dejó en terapia intensiva. También entregaron un protocolo de actuación para manifestaciones que contiene un lenguaje fuertemente estigmatizante contra las personas que se manifiestan.


Según informó la querella, representada por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH), el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1 hizo lugar a una serie de medidas de prueba en el marco de la investigación sobre las responsabilidades penales en la represión del 12 de marzo, en la que Grillo fue herido y por lo que hace 55 días está en terapia intensiva.
En ese marco, la Gendarmería entregó: el legajo del cabo Héctor Jesús Guerrero, identificado como el efectivo que disparó el arma que hirió a Grillo; información sobre cómo deben usarles las pistolas lanzagases, reglamentos generales para el uso de armas no letales, la nómina de gendarmes que portaban las pistolas lanzagases y el protocolo de actuación de la fuerza en manifestaciones.
Entre los documentos hay uno que lleva el título de «Pistola lanzagases Federal y Halcón», en donde se encuentran todas las características técnicas del arma, los componentes, los mecanismos de disparo, de carga y de munición, entre otros detalles. Además, especifica el manejo y funcionamiento sobre los cartuchos de largo y corto alcance. En ese apartado, en las consideraciones generales, el reglamento es claro sobre los cartuchos de largo alcance -que fuentes allegadas al caso asumen que es el que hirió a Grillo-: «Si se tuviera que emplear apuntando, como podría ser para arrojar el proyectil en el perforantes o de largo alcance, jamás se debe dirigir el arma hacia una persona, ya que en el caso de impacto podría producir lesiones graves e incluso la muerte«, señalan.
Y sigue: «Para una alternativa de este tipo, resulta conveniente tener presente que los disparos deben ejecutarse de forma oblicua, hacia el suelo, para amortiguar la fuerza y el propio tiempo obtener un desplazamiento adecuado del cartucho».
En otro apartado, sobre ese tipo de armamento, también insisten en la peligrosidad de su uso: «Estos cartuchos posee(n) como particularidad que los hace extremadamente peligrosos al impacto directo; es por ello que no son convenientes usarlos para dispersar tumultos o manifestaciones«, admiten, pese a que -también en la información detallada por la fuerza- al menos dos efectivos de la Gendarmería -ambos de apellido Guerrero- hicieron uso de esas armas. «También son aptos para perforar maderas, vidrios, y otros materiales de no muy grueso espesor. Ante la alternativa de tener que usarlos por no tener otra munición, siempre (N de R: el subrayado y la bastardilla es del documento) debe dispararse contra el suelo en forma oblicua o contra una pared a fin de evitar impactos directos», precisan.
En tanto, en el reglamento general para el uso de armas no letales firmado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se confirma que el armamento como el utilizado por Guerrero sólo debe utilizarse en escenarios de agresión directa que implique «riesgo de muerte o lesiones» para efectivo que la utiliza o a terceras personas especifica en el artículo 4 de la resolución 704/2024. En el caso de Grillo, se encontraba a una distancia prudencial y en posición de sacar una foto de los efectivos que se habían conformado en barricada sobre la calle Irigoyen, lindante al Congreso de la Nación, por lo que no había escenario de riesgo ni agresión de ningún tipo hacia el gendarme Guerrero.
Fuente: El Destape







