La palta es un alimento muy noble, pero no solamente para la gastronomía. Por sus propiedades, puede ser un poderoso aliado de belleza y para el cuidado del cuerpo.
Post solar: Si te quemaste la piel producto de una inadecuada exposición al sol, la palta puede ayudarte a menguar los dolorosos efectos. Por su propiedad antinflamatoria, te permite disminuir la irritación.
Es antiage: Es rica en potasio, vitamina E, magnesio y folato. Podés hacer una mascarilla facial con media pulpa madura, con dos cucharadas de yogurt natural y una cucharadita de jugo de limón. Dejala actuar 20 minutos y enjuagá.
Reduce el colesterol : Las grasas de la palta normalizan el colesterol, reducen el LDL (“malo”) y aumentan el HDL (“bueno”). Su consumo previene la aparición de problemas tales como la aterosclerosis o enfermedades coronarias.
Es una fuente complementaria de energía y de ácido fólico, una vitamina que colabora en la prevención de nacimientos prematuros, así como defectos en la formación del cerebro y la médula espinal. Además, al tener vitamina A, fortifica la piel y los huesos del futuro bebé.
Alta fuente de vitaminas : Aporta mucha vitamina E, que protege la membrana de las células y su núcleo, como también vitamina A, B y C.
Relaja el sistema nervioso : Ya que posee ácidos grasos, vitaminas y magnesio, es excelente para reducir las situaciones de estrés tanto físico como mental.
Controla el acné : Por sus propiedades, ayudan a reducir la aparición de granitos y espinillas, además de crear una película protectora que impide el paso de los microorganismos que ayudan al crecimiento del acné. Una buena mascarilla para limpiar la piel de impurezas se puede hacer con una palta madura, una cucharada de miel, dos cucharadas de avena y unas gotas de agua. Se mezclan todos los ingredientes, se la deja actuar 25 minutos y se la retira con abundante agua tibia. Se puede usar cada dos días.