La manifestación comenzó en el barrio de Congreso. Aparecieron volquetes con piedras en las inmediaciones, de manera sugestiva. Pasadas las 19, los efectivos volvieron a la carga.
Hinchas de clubes, partidos políticos, organizaciones sociales, sindicatos y la CGT arribaron cerca de las 16 a las inmediaciones del Congreso para apoyar el reclamo de los jubilados por un aumento en sus haberes. Mientras la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, amenaza con «detener» a quienes violen el protocolo antipiquetes y hasta con impedirles su ingreso a las canchas, aumenta el respaldo a la protesta por parte de distintos sectores y personalidades. El vocero presidencial Manuel Adorni tildó la manifestación como de «barras kirchneristas y de izquierda».
En las inmediaciones aparecieron volquetes con piedras, por lo que crece el temor a incidentes armados.
Después de meses y meses de movilizaciones semanales, y tras reiteradas represiones de las fuerzas de seguridad, las organizaciones de jubilados por fin contarán con el respaldo de otros sectores de la sociedad este miércoles en una nueva marcha para pedir por sus derechos. Estarán frente al Congreso de la Nación, acompañados por hinchas de clubes argentinos, partidos políticos, sindicatos y la CGT. De manera sorpresiva, Hugo Moyano ordenó bajar a Camioneros y así desoyó la decisión de la central obrera, pero también de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT, el cual integra). Pasadas las 16, se activó el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich y las fuerzas de seguridad comenzaron con las provocaciones a los manifestantes.
Cuando los manifestantes lleguen al parlamento, a las 17, la Cámara de Diputados estará debatiendo los proyectos vinculados a la estafa cripto promocionada por el presidente Javier Milei y la declaración de emergencia en Bahía Blanca. Más allá de posibles mociones de privilegio que pidan los diputados para hablar sobre la movilización de jubilados, es posible que, de repetirse la represión de las últimas semanas, legisladores opositores imiten su accionar durante otras represiones en el lugar y se levanten de sus bancas para ir la marcha.

Si bien en 2024 las fuerzas de seguridad, amparadas en el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich, habían reprimido algunas de las rondas frente al anexo del Congreso, esa respuesta había cesado hacia el fin del año. Pero en 2025, en la última semana de febrero, la represión volvió y más fuerte que antes: efectivos de fuerzas nacionales se apersonaron en el Congreso y gasearon jubilados y trabajadores de prensa que estaban cubriendo la protesta.
Las imágenes de la represión de febrero dieron vueltas por las redes y, finalmente, otro sector se sumó a marchar con los jubilados, los más perjudicados por las políticas de ajuste del gobierno de Milei. Se trató de un puñado de hinchas de Chacarita que, en apoyo un hincha de su club que había sido víctima de la represión en una de estas movilizaciones, decidieron ir al Congreso para tratar de proteger a los adultos mayores que reclamaban, entre otras cosas urgentes, que se prorrogue la Ley de Moratoria Previsional, que tiene como fecha límite el 23 de marzo.
La presencia de hinchas de Chacarita generó un aluvión de hinchas de otros clubes que convocaron a marchar al Congreso este miércoles: organizaciones, subcomisiones e hinchas convocados de San Lorenzo, Boca, River, Independiente, Racing, Atlanta, Temperley y otras instituciones de primera división y del ascenso del fútbol argentino anunciaron que estarán este miércoles junto a los jubilados.
Fuente: El Destape







